lunes, 22 de agosto de 2011

Un Vuelo De Fe



Duvy sonreía con orgullo mientras daba enormes saltos con su merecido premio. Saltaba cada vez más alto sobre su cama elástica en el jardín, deseando alcanzar las nubes con su nuevo y reluciente avión plateado.

En un rebote gigante, el avión voló de sus pequeñas manos planeando, mientras lo miraba desesperadamente. Los ojos de Duvy se cerraron con fuerza, y cuando escuchó el estruendo proveniente del suelo, consternado los abrió y se encontró con un desorden de fragmentos rotos.
Con lágrimas que se deslizaban por su pálidas mejillas, Duvy miró fijamente hacia el suelo y le imploró apasionadamente a Di-s que por favor reparara el juguete nuevamente.

Sari, su hermana dos años mayor, se rió de él y burlonamente le preguntó: "Querido hermano, ¿realmente esperas que Di-s responda tus plegarias?"
"¡Verás que Di-s me responderá!", gritó Duvy, con un brillo de fe y seguridad en sus pequeños ojos marrones... su hermana se rió y entró a la casa.

Un rato más tarde, cuando Sari regresó, no se sorprendió al ver los fragmentos del antes reluciente avión esparcidos por el verde césped al lado de las piedras donde había golpeado:

"Bien, Duvy, ¿te ha respondido Di-s", preguntó con un aire de ironía.


"Sí", fue la segura respuesta de Duvy... "dijo que no".



"La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de abordarlos".



Revista Keter Nº25, página 68

No hay comentarios:

Publicar un comentario