viernes, 12 de junio de 2009

Las Lágrimas De Una Mujer Judía


Rabí Moshé Leib Sassover era conocido por el tremendo amor que expresaba por cada semejante.

Un día una mujer apareció en su puerta. En cuanto fue admitida, comenzó a llorar terriblemente. "Rab, déme una bendición para mi hija que está muy enferma".
Rabí Moshé respondió: "Que Di-s le envíe una recuperación completa y rápida".

Pero la amargada madre dijo: "No, Rab. Debe jurarme por su porción en el Mundo Venidero que Di-s curará a mi hija". Sin dudar, le contestó: "Juro por mi porción en el Mundo Venidero que Di-s la curará y se recuperará". La mujer agradeció enormemente las palabras del gran erudito.

Los estudiantes de Rabí Moshé presentes, estaban pasmados. "Rab, ¿cómo pudo hacer semejante promesa? La muchacha se encuentra muy enferma y es posible que no sobreviva".
"¿Qué más podía hacer?, contestó el Rab. "Las lágrimas de una madre son más preciosas para mí que el Mundo por Venir. Si mi juramento sirvió -por lo menos- para detener el llanto, tiene más valor para mí, aun cuando me cueste mi porción en el Mundo Venidero".

Extraído de "La Enseñanza Semanal" Nº 771.

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