domingo, 8 de marzo de 2009

En Vísperas de la Tristeza (9 de Av)

Pensar que pasaron más de 1900 años de la segunda destrucción y aun recordamos esas fechas...
¿En dónde se vio que una nación, país o pueblo "conmemore" sus fechas de caídas contra otros imperios?, más bien todos tienden a querer borrar del mapa los hechos trágicos para la nación, para olvidar el dolor... pero nosotros no somos así, pues, de todos los sucesos debemos aprender; no sólo de los victoriosos.
Y como somos concientes que todo lo que pasa es mandado por Hashem, recordamos para poder reparar los errores que desencadenaron tales tristezas y desazón.

El Talmud cuenta que el motivo de la destrucción del primer Bet Hamikdash fue que el pueblo de Israel había caído en los tres pecados capitales: idolatría, adulterio y asesinato; las faltas más graves para Hashem.
Pasaron 70 años y el Bet Hamikdash se reconstruyó. Ya no ocurrían los mismos milagros que había en el 1er Templo Sagrado, pero aun así, ¡era asombroso ver como hasta los mismos gentiles traían sacrificios para Hashem!

Luego tuvimos que soportar nuevamente la tristeza, ya que en la misma fecha luego de varios años (9 de Av), se destruyó el 2do Templo de Jerusalem. Y hasta ahora estamos sufriendo las consecuencias pues aun no está con nosotros el tercer Templo.

Cabe preguntar, ¿por qué el primer Templo pudo reconstruirse mientras que el segundo nunca más se reconstruyó?
Vayamos al punto clave... ¿cuál fue el motivo de la destrucción de segundo Templo? El Talmud comenta que esto sucedió por el pecado de "sinat jinam", es decir, odio gratuito. Un momento… ¿Qué entendemos por "gratuito"?, ¿acaso existe un odio "pago”?
Lo primero que se nos viene a la mente es que con "gratuito" se refiere a odiar sin motivo alguno, odia por "amar" el "arte" del odio, del orgullo interno... pero no es tan así...

El iehudí que tiene una pulcra emuná (Fe), sabe y es conciente que cada acto que las personas hacen contra uno, no es más que una orden de Hashem.
Si realmente sentimos que nadie puede mover un dedo en la Tierra sin ser antes decretado por Di-s antes, recibe lo que le toca con amor y no se queja, las cosas cambiarían; nuestras vidas cambiarían...
Lo que sucede es que estamos tan lejos a veces, que nuestra ira no nos
deja pensar.

Debemos saber que "Fe" no es sinónimo de "optimismo", sino que "Fe" es saber que aun las cosas "malas", son buenas para nosotros. "Fe" es sinónimo de sentir y creer que todo lo que pasa es mandado por Hashem y no hay mejor que eso para nosotros.

En una oportunidad una mujer no judía se me sentó al lado en el colectivo.
Comenzó a preguntarme varias cosas, dentro de ellas: "¿tu crees que Di-s hizo al mundo?". Le contesté: "dígame una cosa, ¿usted puede ver un libro y afirmar que había una par de hojas sueltas y tinta, y esta se cayó sobre ellas y así se editó el mismo?, ¡claro que no!, así como el libro es editado por una persona, el mundo fue creado por un Creador" (así lo explica el Najmánides.)
"¿Y realmente Di-s escucha nuestros rezos?", preguntó con inocencia.
"Claro que sí, simplemente que no todo lo que pedimos nos hace bien o lo merecemos. Por ejemplo, una persona puede pedir dinero, ¿pero quién dice que ese dinero le va a hacer bien?, tal vez le va a provocar orgullo, ¡y no va a saber agradecerle a Di-s su regalo!, solamente Alguien que está por sobre nosotros sabe qué es bueno para nosotros y que no, que merecemos y que no..."

En una oportunidad le preguntaron a un hombre de edad avanzada cuál era su secreto para vivir tantos años. El hombre contestó de la siguiente manera: "las personas a lo largo de la vida siempre viven quejándose y preguntándole a Hashem: ` ¿por qué me haz hecho esto?`, a esas personas Di-s las `llama` para darles la respuesta... como yo nunca me quejé, y siempre recibí con alegría todo lo que me mandó el Todopoderoso, no tiene porqué `llamarme` para darme una respuesta..."

Tal vez este sea el secreto para la felicidad, saber y sentir que nadie mueve un dedo en la Tierra si Hashem no le dio el permiso para hacerlo, que Di-s tiene muchos enviados. Porque en caso contrario, estaríamos actuando como aquel perro que es golpeado por su dueño con un palo, y en vez de "atentar" contra el "dueño", se dirige hacia el "palo". Si este animal pensaría un momento, se daría cuenta que el "palo" no es mas que un "enviado" del "dueño", pero el que realmente lo golpeó fue el hombre.

Salvando las distancias, con nosotros es lo mismo: si pensamos que tal persona nos "atacó" o "dañó" y por eso nos vamos a "vengar" o sentir odio hacia ella, estamos actuando como el perro que "atenta" contra el "enviado del dueño"... las personas son enviadas del "Dueño de Todos los dueños".

Es muy difícil, claro que sí, pero debemos trabajar para poder lograr esta meta que hace que encaremos la vida de una manera más positiva.

Como conclusión y volviendo al tema inicial, podemos entender que "todo odio que es sentido hacia otra persona, aun que tenga un motivo superficial como ser un daño moral, monetario o verbal, se llama gratuito", pues, si sabemos que ese acto fue con el "permiso" de Di-s, no llegaríamos a odiar a nadie; pues si pasó, quiere decir que lo merecíamos.

Y justamente ese es el motivo por el que el primer Templo se reconstruyó, y el segundo aun no.
Volvamos a recordar cuáles fueron los pecados que provocaron la destrucción del 1er Templo: idolatría, adulterio y asesinato. ¿Cuánto tiempo pueden durar los placeres mundanos?, ¿cuánto uno puede idolatrar, adulterar o asesinar?, (quiero pensar que) llega un momento en el que la persona se "cansa" y deja de hacerlo, justamente por eso tardaron
"sólo" unos 70 años para que se puede construir nuevamente, pues, los placeres tienen límites y pudieron superarse.
¿Y el segundo Templo?, ¿por qué se destruyó?, por odio gratuito… eso sí que no tiene límite... el orgullo y la búsqueda de honores, son cualidades que ambicionan más y más a la persona dejándola siempre inconforme. Y podemos corroborarlo en nuestros días con situaciones reales.
¿Por qué una persona tiende a odiar a otra?, pues, seguramente porque no le gustó alguna de sus actitudes hacia su persona... ¿y qué es lo que desencadena esto?, la busca del honor, el orgullo propio, que nadie tiene "derecho" a tocarnos...
Claro, cuando nos enojamos, estamos afirmando sin hablar: "¡cuidado con quién te metes!, ¿acaso piensas que vas a poder con mi honor?, ¿¡eres más que yo?!".

Otro punto que debemos tener bien claro es si realmente queremos que venga el Mashiaj con la construcción del tercer Templo. Aparentemente tenemos casas muy cómodas, lujosas, vivimos bien... ¿estamos verdaderamente dispuestos a dejar nuestro hogares, nuestras riquezas, e irnos a Israel, la Tierra Prometida?, cuando afirmamos que deseamos que venga la redención, ¿es un sentimiento verdadero y puro, o simplemente lo decimos automáticamente?
Tal vez justamente por ese motivo, a veces Hashem nos manda a otros pueblos que nos insultan, que nos humillan, para que entendamos que si aun el Bet Hamikdash no está construido, por más comodidades que podamos tener, Di-s no está feliz, pues, le falta su "casa". Más bien somos "nómades en una tierra extraña".
Vivimos de lugar en lugar, nos odian, nos echan, no nos valoran.
Conceptos que, en la época del Bet Hamikdash, no existían.

Hoy en la tarde será un día muy triste... no podemos bañarnos, no nos podemos cortar el pelo, usar zapatos de cuero, untarnos con perfumes, no podemos comer ni beber, y los matrimonios no pueden tener relaciones. Estas son algunas de las prohibiciones que tenemos para sentir realmente un duelo más "real" sobre Ierushalaim. Para saber que aun no estamos completos, y que si el Bet Hamikdash estaría, no habría problemas de ninguna índole; estaríamos felices y las naciones nos respetarían.
La finalidad del ayuno no es la prohibición de no comer en sí, sino que, como siempre decimos, ayunar sin cambiar no es "negocio"... el ayuno es un medio que eligieron los Jajamim para que lleguemos a la reflexión e introspección de nuestros actos. Eso quiere decir que la persona que hace el ayuno sin recapacitar absolutamente nada, no tiene mucho valor su esfuerzo ya que no está cumpliendo la principal finalidad del mismo: reflexionar.

Lo mismo sucede en Iom Kipur: "¿cuánto falta para que termine?", "¡uy!, ¡ya está, faltan tres minutos!", se escucha decir al público con “alegría”. Y suena como que empezamos el ayuno pensando en terminarlo y no en que sirva como un método de reflexión.
Y luego cuando termina, nos desvivimos por una galletita, nos desesperamos por un pedazo de pan, y es allí cuando nos damos cuenta que cuando nos enorgullecíamos por nosotros mismos, no éramos más que una simple persona que necesita de lo material para poder subsistir.
¿Qué somos?, ¿realmente tenemos dominio sobre algo si nos alocamos por un poco de comida?
Como a veces sale la parte "animal" que tenemos insuflada… pero gracias a Di-s podemos transformar la parte material también en espiritual.
Cuando nosotros ingerimos algún alimento con una bendición anterior, estamos dividiendo el bien material en dos partes: 1) el bien material para la manutención del cuerpo (que es el "recipiente" del alma), 2) el bien espiritual.

El Talmud dice que "toda época que no se construye el Bet Hamikdash, es como que se hubiese destruido en esos días".
Cuando nos toca revivir este tipo de acontecimientos para nuestro Pueblo, debemos poner el pie en el freno y recapacitar sobre nuestros actos. A veces la rutina misma no nos deja pensar.

Por eso, no nos queda más que hacer tefilá y pedir a Hashem que todo vuelva como hace 1939 años.
"¿Mi tefilá va a hacer algo?, ¿cuántos Jajamim pidieron por la construcción a lo largo del tiempo y no consiguieron que llegue?, ¿la mía lo va a lograr?". Esta es una humildad "mala”. ¿Quién sabe? Tal vez Hashem quiere (por ejemplo) 10 mil tefilot bien hechas, y van 9999 y con una más se completa la cuenta.
O tal vez Hashem quiera una Tefilá de una persona que no está tan cerca de Él. Cada uno tiene su importancia hacia Di-s. Cada uno es único e irreemplazable.
Estas cosas no las podemos saber, por eso debemos valorar nuestras tefilot.

Recapacitemos mucho, miremos nuestros actos, y seguro que Hashem traerá cuanto antes el Mashiaj con la construcción del tercer Bet Hamikdash, pronto en nuestros días, amén.

1 comentario:

  1. Shalom Alan:
    Soy hermano de Luisa de aca de Colombia. Excelente nota y bien preciosa, que Elohim te continue bendiciendo.
    Shalom Alechem

    Zohar Ben Yaakov

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